Las peleas, ¿pueden ser una ayuda para crecer en la pareja?

Los conflictos en la pareja no sólo son inevitables, son necesarios para sanear la relación. El modo en que pelean revela las posibilidades de éxito que tienen tu pareja y tú de estar juntos en las buenas y en las malas. Nuestra manera de conciliar las diferencias es directamente proporcional a nuestra capacidad de amar. ¿Cómo pelear sin matar la relación? 
Aléjate
La regla más importante de cualquier conflicto: nunca pelees con la sangre hirviendo.
Si ante un desacuerdo o un enojo no puedes calmarte, aléjate hasta que lo consigas y regresa para lidiar con la situación con la cabeza fría y el ánimo renovado.

 

  El conflicto es bueno
¿Estar en desacuerdo es sinónimo de menos amor? No: lejos de ello, habla bien de la pareja. Significa que a pesar de estar juntos cada uno ha logrado conservar su personalidad y opiniones. De una buena negociación surge un tercer punto de vista que facilitará la convivencia
 Los problemas se resuelven ahora
La actitud más socorrida en momentos de conflicto es dejar que las cosas se resuelvan por sí misma. Desde luego, una vez que la tensión decrece, el conflicto parece haber desaparecido, pero no: está ahí, latente y a flor de pie, y resurgirá al menos pretexto con una fuerza renovada
 La responsabilidad compartida
Culparse a ti misma o a tu pareja al 100% es un error.

Es muy posible que exista un culpable absoluto del problema en cuestión, pero cuando se trata de resolverlo, es una cuestión de dos, cuyo peso y consecuencias se comparten 

 Las dos respuestas infalibles

Algunas frases que pueden enfriar los ánimos y conducir a una solución cuando el acuerdo parece imposible: “Ahora es mi problema”, si crees que puedes asumir y maneja la responsabilidad “¿Cómo vamos a solucionarlo?”, si es imposible que tu pareja ceda la responsabilidad.