El asunto es: casados y solteros argumentan pros y contras, y sólo
queda claro que unos idealizan el estado de los otros. El casado siempre cree
estarse perdiendo la gran fiesta de vivir múltiples experiencias y las
oportunidades que ofrece la soltería; mientras que el soltero puede añorar un
domingo familiar frente al televisor, y conocer, igualmente, la angustia que
puede llegar a sentir por la implacable llegada del viernes en la noche.
“El soltero se amarra a la ilusión de creer que siempre va a
tener la posibilidad de encontrar a la persona ideal, alguien que supere sus
expectativas, y siente que tiene la libertad de vivir experiencias. De
estudiar, viajar conocer otras culturas hay personas que piensan que el tener
una relación te privara de cumplir tus metas, sueños y expectativas hacia la
vida Todo eso es muy emocionante, pero en la realidad no es así. No siempre
estás conociendo gente, y mucho menos que esté disponible”, “Lo malo de ser
soltero es que tienes períodos de inseguridad. Si no tienes un amigo o un
novio, te puede preocupar no saber cuándo llegara a ti el amor nuevamente. El
soltero puede temer quedarse solo, le angustia no encontrar a alguien que lo
ame
“Creo que todo depende de lo que cada quien quiera”, En todo caso creo que quien opte por la soltería tiene que estar preparado para sobrellevar el hecho de que no siempre se tiene pareja. El que decide estar solo no se puede quejar de que a veces pueda tener períodos sin pareja. El casado tiene a su favor el disfrute de la vida familiar, de que alguien lo espere, y, si se tienen hijos, son más las gratificaciones. El concebir un proyecto de vida, darle vida al lugar donde vives, le da una razón de ser a tu existencia”.
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